Hace unos días, mientras procrastinaba en horario laboral (que no debo de hacer), me encontré con una entrada del blog de una chica en el que describía como es que con la edad comenzó a dejar de ver a los personajes de anime como posibles Husbandos y comenzó a verlos como bebés.

"...aquellos husbandos colegiales empiezan a parecer cada vez más pequeños y te empiezas a sentir más como una madre para ellos. Y es entonces cuando empieza.... ya no son husbandos... no.... son... son... bebés!... desde hace ya unos pocos años me es imposible ver a los protagonistas de ciertos animes como husbandos orz y los veo como bebés..."

Y pese a que la entrada fue escrita ya hace varios años creo que ese tema siempre será relevante, sea como sea que llamen a los "novios de anime", "husbandos", etc. Creo que ese tema siempre hará que nos sintamos identificados.

En mi caso comencé a ser más selectiva en mis elecciones de anime/manga cuando llegué a la mitad de la carrera (entré 4 años más tarde de los que debía a la uni). En primer lugar, porque maduré, el ambiente universitario me hizo ver un mundo más adulto rodeado de jóvenes que estaban preparándose para la vida laboral, obviamente no todos eran así, pero este nuevo mundo me hizo darme cuenta cuan aniñada estaba por mi círculo cercano y me de a poco hizo cambiar mi mentalidad.

En segundo lugar, porque estudié letras modernas, aquí tuve que desarrollar mi análisis sobre personajes e historias, para crear críticas y reflexiones para poder hacer los trabajos, también al enfocarme a la traducción literaria tuve que analizar las personalidades de los personajes, narrador y escritor, pues con esto podría hacer una traducción de mejor calidad. 

Aquella combinación no fue la ideal para mis gustos, pues hizo que comenzara a buscar temas más complejos, personajes mejor estructurados e historias mejor desarrolladas, por lo que muchas de las historias que hasta entonces se me hacían fascinantemente entretenidas comenzaron a caer de mi gracia. Bien era porque algunas relaciones de los animes shojo no eran las más sanas, también fue por el excesivo uso de clichés. Además, me había dejado de identificar con la mayoría de esas historias, ya no era una estudiante de preparatoria y mucho menos estaba cerca de la edad de los protagonistas de aquellos maravillosos animes/mangas estudiantiles, pese a estar en universidad era mayor.

En estos momentos, estoy entrando iniciando los 30's y me he dado cuenta de un momento a otro que estoy incluso más lejana de los animes donde los protagonistas están en sus primeros 20's, no encuentro muchas historias donde reflejarme. Hace poco comencé a ver un anime llamado Tenchi Souzou Design-bu, donde los personajes no tienen edad y además de eso son ángeles que trabajan, por ello me es más fácil identifícame con los problemas que ellos pasan en su trabajo, pues yo misma los estoy viviendo, los viví y tal vez los viva. Desgraciadamente no hay muchas historias como estas, donde te den personajes sin edad fija y que vivan experiencias del mundo adulto y laboral, siempre son universitario, jóvenes iniciando sus 20's pero nunca treintañeros, lo que para el público en esa edad hace más difícil ver e identificarte con los personajes.

"...Alguna vez leí un comentario de una chica que estaba en sus 30 y se quejaba de lo muy dirigido al mercado joven (13~17) y al veinteañero que está la industria del anime/manga, incluso en josei y seinen, donde encontramos historias de protagonistas de hasta 2X pero no tantas de protagonistas de 3X con quien poder sentirse más cercana..."

Por esta razón, creo que volque toda mi atención sobre los doramas, ahí había una gama más amplia de edad, aunque también lo conocí en mi adolescencia. Sin embargo, no fue hasta la etapa adulta donde realmente comencé a identificarme con los personajes, aquí podía ver a personas de mi edad o cercanas, en la universidad o trabajo y con problemas que fácilmente yo podría estar viviendo, en cuanto a los animes comencé a ver aquellos donde no había romance y tampoco personajes femeninos si los protagonistas son hombres, o masculinos si las protagonistas son mujeres. Esto porque ahora ya no me interesan las historias de amor, prefiero las historias de superación y problemas laborales, pero claro que con los doramas es otra cosa, ya que en ese tipo de entretenimiento sigo viendo y alucinando con las historias de amor.

En conclusión, la edad y el contexto en el que nos encontremos hará que nuestros gustos cambien, lo que nos parecía lindo ahora es tonto o viceversa, siempre evolucionamos. La madurez no llega con la edad, pero es la edad la que hace que veas las cosas de diferentes formas, porque no es lo mismo ver a un chico de preparatoria haciendo tonterías mientras tú también eres un chico de preparatoria que hace las mismas tonterías, a ser un adulto a mitad de tus veintes ocupado con el trabajo viendo como un chico de preparatoria hace cosas que tú no harías con la edad que tienes en ese momento. Sin embargo, esto no es obstáculo para no seguir disfrutado de animes, mangas o dramas juveniles y emocionarte con ellos.

⇒⇒ Enlace de la entrada que me inspiró a escribir.

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